Recomenzamos en la escuela 6 luego de la gripa

y leímos, entre otros textos, la siguiente leyenda de Africa: "EL JUICIO DE LA TORTUGA Había una vez una tortuga tan viejita requetevieja recontrarrevieja, que le costaba mucho conseguir alimentos. Como sus arrugas eran todo un discurso, convenció al conejo vecino de que le abriera un túnel que comunicara su casa con el claro del bosque, donde los animales de la región armaban semanalmente su mercado. El conejo puso patas a la obra y en pocos días hizo el túnel para que la tortuga viejita requetevieja recontrarrevieja llegara hasta el mercado. -Gracias conejito- dijo la tortuga. Y se metió por él. A la salida asomó la cabeza y se le hizo agua la boca: los animales vendían y compraban de todo peleando las ofertas a los gritos. La tortuga tortuga viejita requetevieja recontrarrevieja, sin salir el agujero final del túnel, les gritó con lo máximo de su voz: -Se vienen los cazadores. ¡Huyan todos! Sin saber de dónde provenía esa voz imperiosa que brotaba de la tierra, los animales salieron a los piques abandonando sus canastas repletas de mercadería. Inocentes animales: pensaron que era un aviso de los dioses... ¡Ingeniosa la anciana tortuga vieja requetevieja recontrarrevieja! Después de constatar que todo estaba en el más completo silencio, salió de su escondite y lenta, pero inexorable, se llevó a casita todo lo que pudo meter en su cesto. La astuta ladronzuela (el hambre es un mal consejero) usó el mismo truco el fin de semana siguiente, y el otro, y el otro. Pero algunos animales empezaron a desconfiar y fueron a quejarse al león. -Majestad- dijo uno de ellos- no podemos seguir así. Todas las semanas una voz misteriosa que sale de las entrañas de la tierra nos hace abandonar nuestros puestos y cuando volvemos comprobamos que se han llevado nuestras mercancías. Por favor, haga algo... El león oyó el relato y le ordenó al mono guardián: -El próximo fin de semana vas a vigilar desde un árbol para descubrir quien comete tan grave delito. CONTINUARÁ...