sábado, 20 de diciembre de 2008

Carola estuvo de visita!

Anita, el gato Tony J. y "Gaturro" de Nik
Carola con su tía cuentacuentos
leyendo "Tú grande y yo pequeño"
Carola, Anita y su tía cuentacuentos"
El 28 de noviembre, Carola -niña lectora de 6 años- y Anita, su hermana, vinieron a conocer a su prima Mariana, recién nacida. Aquí las vemos, leyendo, por supuesto. Carola eligió "Tú grande y yo pequeño" de Grégoire Solotareff. Anita prefirió las historietas de Gaturro.
El Tony J., gato lector de la casa octogonal, participa en estos eventos.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Homenaje a Bukowski del gato lector de la octogonal

conozco un gato de california destruido
todas las noches pierde algo de cuerpo
un ojo, los bigotes, una garra o dos
ya no camina se arrastra y maúlla bajo
como elástico de cama
pero su ojo es torvo y sus dientes que le quedan agudos
añora ratas de cloaca y se enternece con una pecera en la tienda de animales
mientras afila las uñas en felpudos
se ensueña con persecuciones de otrora
como a mao le llegó su época de patas de oso
y sabiamente seduce pájaros que se arriman y veloz como el rayo les arranca la cabeza de un mordisco feliz
entonces entrecierra su único ojo
deja que la sangre le manche su pelo amarillo
el poco que le queda
decidido a ser un gato callejero hasta el final
y luego el cielo de los guerreros
Para mí son todas peras en el árbol parece cantar el guacho
y tiene un harén que ya se quisieran otros
muerto de amor por ese pedazo de carne

Comentario de Limay sobre la "valijita" de libros

La casa octogonal tiene magia. Y no por el hecho de ser octogonal –aunque esa característica le aporta un toque de originalidad para nada despreciable- sino por la magia de sus habitantes: Marcela, su recientemente ampliada familia, los fieles Marto y Tiza, el gato celoso cuyo nombre ahora no recuerdo… y los libros.Decenas de cuentos elegidos con paciencia y sabiduría por su dueña tras incansables recorridos por ferias, exposiciones y librerías, ya fueran grandes y lujosas o pequeñas y empolvadas, de esas en las que verdaderos tesoros esperan ser encontrados entre pilas de libros, telarañas y sueños.Aunque todos esos cuentos son tan valiosos que podrían estar en el cofre de cualquier corsario, Marcela –en las antípodas de dicha figura- ha decidido compartirlos. Y para ello no solo abre su casa –y deja que otros disfruten de su magia- sino que en algunos casos realiza préstamos que ningún otro banco podría financiar.Las beneficiarias de semejante generosidad fuimos, en este caso, Agustina –de seis años- y quien escribe, su orgullosa y al mismo tiempo nostálgica madre, que gracias a esa “valijita” ha debido asumir que su hija ya no la necesita para asomarse a los mágicos mundos de los cuentos. Que la vida, la escuela y la perseverancia –impulsada por una casi innata fascinación por los libros- han hecho de esta pequeña un ser independiente, al menos para esos viajes.Pero la valija también sirvió para comprender que aún no me he quedado sin excusas para leer cuentos. Porque allí está Tomás, quién con un interés y una delicadeza sorprendentes para sus dos años, disfruta de los cuentos como el que más, demostrando que ya ha comenzado a recorrer los mismos senderos que su hermana.Y aún hay más. Y es que llegó un día en que me encontré leyendo el último cuento que –hasta ese momento- ni Tomás ni Agustina me habían pedido. Entonces comprendí que aunque pase el tiempo y ya no queden hijos por sorprender con mis lecturas, siempre quedará –para qué ocultarlo- esa niña que vive en mi y que sigue emocionándose con historias como “La gran mezquita”, reflexionando con “La gran caja” o divirtiéndose con la inefable Olivia.Todos estos detalles hacen que el préstamo de estos tesoros haya sido un verdadero lujo del que Agustina, Tomás y yo seguiremos disfrutando hasta que, en un arranque de conciencia, volvamos a viajar hasta Ostende para hacer entrega de la preciada “valijita”. Volveremos a rascar a Tiza y a Marto, quizás podamos ver al gato que en mi memoria ha perdido el nombre, abrazaremos a Marcela y su familia y disfrutaremos de esa fascinante biblioteca que algún día se abrirá al público, tal como nos adelantó su dueña, y se convertirá en la sala de lectura “Blunquimelfa” que engalanará a las tierras del Fin del Este y deleitará a sus habitantes. Y así, cada vez más personas podrán disfrutar de la “magia de la octogonal”.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Sugerencias para niños de seis a doce años (1° Parte)

"Los Pomporerá" de Laura Devetach; ilustraciones:María Rojas; ed. sudamericana.
"Había una vez un libro" de Adela Basch; ilustraciones: María Delia Lozupone; ed. Abran Cancha.
"Del Topito Birolo y de todo lo que pudo haberle caído en la cabeza" de Werner Holzwarth; ilustraciones: Wolf Erlbruch; ed. Centro Editor de América Latina.
"Uno y Otro"; autora e ilustradora: María Wernicke; ed. Calibroscopio.
"La canción de las pulgas" de Gustavo Roldán; ilustraciones: Raúl Fortín; ed. Colihue.
"La vida secreta de las pulgas" de Alberto Pez y Roberto Cubillas; ed. sudamericana.
"Caperucita Roja II" de Esteban Valentino; ed. Colihue.
"Animal de patas largas" de Gustavo Roldán; ilustraciones: Sáulor; ed. sudamericana.
"Monigote en la arena" de Laura Devetach; ed. Colihue.
"Chat Natacha chat" de Luis María Pescetti; ilustraciones: P. Fernández; ed. Alfaguara.
"Las aventuras del Capitán Calzoncillos" de Dav Pilkey; ed. sm.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Algo más en la historia de los Cuentos

El camino de los cuentos está siendo transitado por la investigadora de la literatura infantil y cuentacuentos Marcela Lescinskas, coordinadora de la actividad. En muchísimas ocasiones, recorre el mismo camino la fotógrafa Marcela Golfredi, quien se ocupa del relevamiento fotográfico. De cada taller, emergen postales, imágenes de situaciones lectoras individuales o grupales en las que florecen el humor, un estado de elevada concentración y posturas corporales comprometidas con el tipo de libro elegido por cada niño o grupo. Las notas gráficas que se convierten luego en el registro visible de la actividad son tomadas - en su gran mayoría- por la fotógrafa Marcela Golfredi, parte del equipo de los Cuentos del fin del Este. En algunas otras ocasiones, hemos tenido el honor de contar con la antropóloga María Sol East Goenaga, relevando los aportes de los niños: sus comentarios ante los cuentos leídos; las respuestas a las preguntas y adivinanzas (que no siempre son unívocas, porque parte de nuestra propuesta es ofrecer a los niños un espacio libre para el pensamiento y la lectura por placer); una investigación de la realidad lectora de cada niño al observar los libros que más les interesan. En otras ocasiones nos ha acompañado la actriz narradora Mavi Serra (Feria del Libro 2007 en Mar del Plata, jardines de infantes de Pinamar, etc.), quien se ha destacado en la narración del cuento de "terror" 'LOBO' de Olivier Douzou.

En el Extremo Sur Mavi Serra y "Lobo"

Visita de Agustina

El miércoles 5 de noviembre visitaron la casa octogonal (la casa de los cuentos) Agustina, Limay, Tomás y Víctor que vinieron desde Mar del Plata. Agustina -niña lectora de 6 años- se llevó prestada una valija con: "La gran caja", de Toni Morrison; "Voces en el parque", de Anthony Browne; "Un rey de quien sabe dónde", de Ariel Abadi; "Poc Poc Poc", de Gustavo Roldán (h); "Si yo fuera un gato", de Carlos Silveyra; "Olivia salva al circo", de Ian Falconer"; "Roberta dibuja" de Valeria Cis; "Mister Cuervo", de Luisa Morandeira & Maurizio A.C. Quarello; entre otros tesoros.

domingo, 19 de octubre de 2008

Camino recorrido en el 2008

Casa Museo Víctor Magariños
Pinamar Escuela N° 6 - Pinamar Chaplin - Mar de las Pampas CAPEC (Centro andino para la educación y la cultura) Tilcara - Jujuy

sábado, 11 de octubre de 2008

Aval Plan Nacional de Lectura

Los cuentos del fin del Este comienzan a recorrer su camino en el 2002 y a partir del 2006 tienen el aval del Plan Nacional de Lectura otorgado por la Lic. Alicia Salvi y el Dr. Gustavo Bombini.

viernes, 3 de octubre de 2008

Historia de los Cuentos

Los Cuentos del fin del Este se llaman así porque nuestro punto de partida - nuestra casa y la casa de los cuentos - se encuentra en Ostende, partido de Pinamar, sobre la costa del mar atlántico argentino. Este pueblo fue fundado por los belgas allá por 1912 y recibe su nombre de una ciudad de Bélgica de playas muy similares a las nuetras. Ostende en belga quiere decir "el fin del Este". Es por esto que nos complace llamarnos "Cuentos del fin del Este".

Convidar un cuento

Contar un cuento es contar el mundo Convidar un cuento es un invitación a soñar Soñar es una forma de apropiarse del mundo y transformarlo.